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¿Sabes cuánto dura el aceite de oliva?

El aceite de oliva está presente en prácticamente todas las cocinas españolas para consumo diario. Es un clásico en la lista de la compra y raro es, encontrarse en la despensa una botella en mal estado, pero ¿Sabes realmente cuánto dura el aceite de oliva?

El Aceite de Oliva es un producto 100% natural que posee cómo único conservante, los antioxidantes que se generan durante el crecimiento de la aceituna en el árbol, lo que lo convierte en un producto no perecedero, que no caduca.

¿El aceite de oliva no caduca?

Son tantos sus beneficios que, además de ser la base de la cocina mediterránea, el Aceite de Oliva se emplea desde hace siglos como conservante de alimentos, por su gran poder antioxidante y de conservación que, en óptimas condiciones alejado de la luz y del calor, puede alargarse durante años. 

La civilización etrusca, la griega y la romana, utilizaban el Aceite de Oliva para almacenar víveres y protegerlos frente a los microorganismos patógenos que los estropean.

Al ser un producto que no caduca, no representa ningún riesgo para la salud, pero con el paso del tiempo puede perder propiedades que hagan que cambie su sabor, aromas y matices característicos, por lo que se recomienda una fecha de consumo preferente que, suele ir etiquetada en el envase del producto.

Es importante saber que cuando el color del Aceite de Oliva varía, más allá de la gama cromática que va del verde intenso al dorado, indica que el AOVE no está en buen estado.

Pese a la durabilidad del Aceite de Oliva, hay que almacenarlo correctamente, teniendo en cuenta:

El envase

Es muy importante mantener el recipiente cerrado, para que no entre en contacto prolongado con el oxígeno y acabe rancio.

Lo ideal es mantener el AOVE en el envase original, pero si hay que traspasarlo, es fundamental que sea en depósitos limpios, de cualquier impureza o restos de otro aceite.

La temperatura

Se deben mantener los envases en un ambiente fresco y seco, alejado de cualquier fuente de calor, para evitar que la evaporación de los diferentes alcoholes, afecten a la textura del AOVE, que se vuelve más ligera. 

Lo ideal es conservar el aceite a una temperatura entre 16º y 18º, siendo las bodegas o cavas de vino, el sitio más recomendable para almacenarlo, sobre todo en verano.

Cuando el aceite se expone a temperaturas bajas, tiende a solidificarse, aunque recupera su aspecto natural en cuanto sube la temperatura.

La luz

La luz solar es un gran enemigo del almacenamiento del AOVE, por la oxidación que produce en este. 

Hay que evitar la luz directa y guardar el Aceite de Oliva Virgen Extra en sitios oscuros o con poca luz, para impedir la fotoxidación que se produce por su alto contenido en pigmentos, feofitinas y clorofilas que son curiosamente, los que actúan como conservantes con la ausencia de luz.

En Origival protegemos nuestro aceite envasándolo de forma manual, bajo pedido, en botellas con protección UVI, para mantener la calidad del producto al no dejar pasar la luz a través del cristal, como el diseño de nuestra botella negra de Aceite de Oliva Virgen Extra Premium.

Olores

Para que el Aceite de Oliva conserve su sabor y aromas característicos, hay que evitar almacenar el AOVE con productos que posean olores fuertes. No olvides mantenerlo alejado de humos y vapores producidos en la cocina, dado que el Aceite de Oliva absorbe fácilmente olores externos que alteran su sabor característico. 

Cumpliendo estos cuatro puntos fundamentales mantendrás la calidad de tu AOVE, sin que pierda propiedades, sabor o aromas y así poder disfrutar de él en todo momento. 

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