El colesterol es una sustancia similar a la grasa que, produce el hígado y que poseen algunos alimentos, como la carne y productos lácteos, acumulándose en todas las células del cuerpo. Para que nuestro organismo funcione correctamente, necesitamos algo de colesterol, pero si la cantidad en sangre es alta, aumenta el riesgo de padecer una enfermedad de las arterias coronarias.
Nuestro organismo necesita el colesterol, porque a través de él se forman las membranas de las células, además de que es necesario para la síntesis de las hormonas sexuales y suprarrenales. Pero no todo el colesterol es bueno y hay que tener claro la diferencia entre los distintos tipos.
Tipos de colesterol
- Colesterol HDL: es el colesterol que se conoce como el bueno, un tipo de lipoproteínas de alta densidad. Es decir, ayuda a transportar al hígado el colesterol de otras partes del cuerpo, para que este lo elimine. Un nivel alto de HDL reduce el riesgo de padecer una enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular.
- Colesterol LDL: es el colesterol malo, lipoproteínas de baja densidad que van desde el hígado al resto de tejidos corporales, acumulándose en las paredes de nuestros vasos sanguíneos y arterias. Cuando el nivel de este tipo de colesterol es alto, se incrementa el riesgo de una enfermedad coronaria.
Niveles de colesterol
Se recomienda hacer una analítica en sangre al año y si los datos obtenidos sobre el colesterol indican que el nivel de HDL es demasiado bajo, hay que realizar cambios en el estilo de vida para encontrarse mejor y prevenir enfermedades.
- El nivel correcto de colesterol bueno (HDL) debe ser superior a 60mg/dL.
- El nivel aceptable de colesterol malo (LDL) debe ser inferior a 100mg/dL. En el caso de que la analítica indique que es superior a 160 mg/dL, se consideraría peligroso, por lo que habría que cambiar de hábitos alimenticios, entre otras cosas.
Consejos de un estilo de vida saludable para tener un correcto nivel de colesterol
- Alimentación equilibrada: hay que ingerir grasas insaturadas, las llamadas buenas, que se encuentran en alimentos como el aguacate, las nueces o el Aceite de Oliva.
El Aceite de Oliva está formado por ácido oleico que además de mantener en orden el colesterol, tiene un nivel muy alto de antioxidantes y de vitaminas liposolubles como la E. En resumidas cuentas, sus beneficiosas grasas monoinsaturadas aumentan los niveles de colesterol bueno y reducen los del colesterol malo. Cuídate con el Aceite de Oliva Virgen Extra mientras disfrutas de su sabor.
En el caso de tener el colesterol alto se recomienda comer pescado azul, porque su alto contenido de ácidos grasos Omega 3, ayuda a reducir el nivel de triglicéridos.
Por el contrario, hay que evitar las grasas saturadas o malas, como las carnes con alto contenido en grasa, alimentos fritos, la leche entera y el queso. Así mismo, también hay que obviar alimentos con grasas trans como la mantequilla, la margarina o el aceite vegetal hidrogenado.
Sin olvidar que hay que reducir el consumo de carbohidratos (pan, arroz, cereales, pasta, patatas…) y de azúcar refinada.
- Mantener un peso saludable.
- Hacer ejercicio de forma regular, para aumentar el nivel de colesterol HDL y disminuir el LDL.
- No fumar, porque reduce el nivel de colesterol bueno, HDL.
- Limitar el consumo de alcohol: el exceso de alcohol engorda y por consiguiente aumenta el colesterol malo, el LDL.
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